La ciudad de Barcelona

 

Es inevitable que cada uno de nosotros, CIUDADANOS, nos planeteemos, casi imperceptiblemente, la arquitectura que nos envuelve. Vivimos en una ciudad polivalente, abierta, cosmopolita, en continuo cambio, nutriéndose a la vez de una pasado y una historia arraigada y fuerte que se respira por cualquier rincón y esquina. Nosotros desarrollamos nuestro día a día entre estas paredes, entre estas calles y edificios, influyen en nuestra rutina y es por eso que debemos, si es que no lo hacemos ya, parar y observar cómo está cambiando la ciudad y cómo repercute en nosotros.


Barcelona es un reclamo turístico para millones de personas, gozamos de un importante imperio cultural y histórico, y aparece como protagonista especial Antoni Gaudí, arquitecto catalán venerado y admirado aquí en la ciudad.


Pero paralelamente a este PASADO tan característico de la ciudad, empiezan a despuntar unos nuevos protagonistas. Se caracterizan por su puesta en escena, su impacto en el skyline de Barcelona, su colorido, su innovación, su tecnologia. Se trata de los edificos que conforman esta nueva arquitectura, creando una rivalidad sana con la otra, la de Gaudí, la que vienen a estudiar y disfrutar miles de turistas.

Si pedimos a cualquier persona que te mencione un edificio emblemático de la ciudad te responderá, probablemente, La Sagrada Familia o La Pedrera.


La reflexión que queremos proponer es la de ¿Qué responderá una persona a la misma pregunta de aquí 50 años? ¿Seguirá siendo Gaudí, el pasado, la historia, la que impregne siempre la identidad de esta ciudad? ¿O será esta nuevaarquitectura, el FUTURO, la que la defina, la que sea objeto de turismo?

 

¿Se riñen ambas arquitecturas, o por el contrario la riqueza será en hacer que convivan de manera armoniosa ambas en la misma ciudad?