Actualmente, en el s.XXI, vivimos inmersos en un mundo lleno de información. Años atrás, para conseguir-la tenias que consultar en bibliotecas o profesionales; ahora con los avances tecnológicos la tenemos en la yema de los dedos.
Este proceso tiene sus pros y sus contras; con un solo click o mediante el móvil podemos encontrar qualquier resultado deseado, podemos obtener información en cualquier momento y en cualquier lugar. Pero no es menos cierto que se han creado blogs y paginas webs con un alto riesgo a falsedad o simplemente con un nivel profesional relativamente bajo.
Tenemos que potenciar este recursos ¿Quizá filtrando la información?
¿Ha perjudicado esta nueva era a la arquitectura?
Hemos encontrado miles de materiales nuevos. Posiblemente abusamos de ellos y lo justificamos dándoles un sentido decorativo y potenciando las sensaciones que estos oueden aportar.
La informática a solucionado los problemas de aquellos que no sabían dibujar, quitando el valor que representa cada línea hecha a mano alzada. La ingeniería a evolucionado hasta tal punto que cualquier edificio puede ser calculado y sostenido sin ningún problema. Estamos en una era donde todo es posible.
¿Realmente es lo que buscamos? ¿Creéis que abusamos de estos nuevos recursos?
Adolf Loos, en la manifiesto hornamento y delito afirma que debemos evoluvionar hacia una arquitectura más práctica y funcional, basándose en la superación del ornamento. Hemos llegado al s.XXI y parece que todo ese ornamento ha vuelto. Esta vez no es fruto de imitar a nuestros antecesores sinó, el resultado de esta masificación de conocimiento.
En la disciplina de la arquitectura se pueden elegir caminos muy variados, pero aún así, nunca se sabe si se escoge el correcto. Lo importante no es cual elegimos sinó, llegar a un mismo destino: una arquitectura mejor.