¡Arquitectura y voluntad de época!

 

En este texto, Mies Van de Rohe expone el porqué de la trascendencia histórica de construcciones arquitectónicas de épocas anteriores, tales como las de la cultura grecorromana y la época medieval. A su parecer, el valor simbólico de estas obras radica en la impersonalidad de su autoria, en el hecho de que representan la mentalidad y la cultura de toda una época más allá de la individualidad de un único artista. Es así como una gran cantidad de construcciones antiguas se convierten en el símbolo de toda una época.

 

Y eso se debe, en su opinión, a que la arquitectura es, al fin y al cabo, la traducción volumétrica de la esencia que caracteriza cada etapa histórica y su correspondiente cultura. En consecuencia, las artes evolucionan al ritmo de los años y de los continuos pero progresivos cambios que se suceden en el tiempo. Es por eso que, en opinión de Mies, es absurdo quedar anclado en las formas del pasado, ya que estas han perdido su sentido y validez: ya no representan la nueva esencia del momento actual.

 

El pasado, pasado está, y pretender resucitarlo mediante la crítica del nuevo tiempo es un trabajo absurdo, opina Mies. Hace falta mirar hacia delante y prestar atención a los nuevos valores de ésta nuestra época: la razón y la funcionalidad. Y es precisamente dicha funcionalidad, de las que las obras de ingeniaría son un vivo reflejo, lo que nos remite al anonimato. El utilitarismo prima sobre todo y conduce a la impersonalidad de las construcciones.

 

Aún así, todavía hay quien echa en falta el romanticismo y no es capaz de apreciar el valor simbólico de nuestros edificios utilitarios. Mies considera que sólo cuando veamos en las construcciones de hoy el reflejo del espíritu y la mentalidad de nuestra época, seremos capaces de reafirmar el significado de la arquitectura actual.