Ornamentación.

> Lo "bonito" no era lo práctico ni lo funcional, sino justamente lo inútil.


 La ornamentación es básicamente una mal interpretación del pasado. Según Loos, lo práctico del pasado era lo útil y lo que la gente más utilizaba, por eso mismo las cosas se deterioraban y se acababan rompiendo.

 

Las cosas ornamentales eran inutilizadas totalmente porque se hacían incómodas por sus formas y por su complejidad. Por eso mismo, al no ser útiles ni utilizadas no se rompían y persisten hasta la actualidad.

 

Con esto podemos ver claramente, que lo "bonito" no era lo práctico ni lo funcional, sino justamente lo inútil.

 

La evolución de la cultura equivale por eso al alejamiento del ornamento del objeto de uso. La belleza está en la mente de uno mismo y se puede llegar a ver la belleza de la piedra desnuda sirviendo para un fin coherente y práctico, no como mero adorno.

 

El trabajo invertido por muchos arquitectos en ornamentar, demostrar y crear algo ostentoso les ha alejado de la calidad espacial, la creación de algo funcional y cómodo de habitar.

 

Las personas viven de una manera cómoda y práctica, sin complicarse. Las sillas "bonitas" pueden resultar buenas para la vista pero a la hora de utilizarlas, si hay una práctica y cómoda cerca, servirán para adornar y perderán su utilidad, que inicialmente era la de sentarse.


Loos considera que se ha de trabajar en tres dimensiones, no en plano ya que es lo que mejor define el espacio.

Por eso representaba sus obras sobretodo en maqueta. Podemos ver que sus proyectos son funcionales y prácticos. En vez de complicarse ornamentando las casas trabaja el espacio de tal manera que adquiere una calidad y un nivel casi inadquisible si se trabaja en dos dimensiones.