Todo avance en tecnología se ha dirigido al dominio del hombre sobre el entorno. Hasta hace poco , sin embargo, el hombre ha manteneido siempre cierto equilibrio entre su ser corporal y espiritual. La pérdida de este equilibrio puede tener un efecto negativo en el hombre, desde el punto de vista genético, fisiológico o psicológico. Y a pesar de lo rápido que avanza la tecnología, a pesar de lo radicalmente que cambia la economía, todo cambio debe correlacionarse con los cambios del hombre mismo. Las abstracciones del tecnólogo deben ser constantemente llevadas a tierra por la fuerza gravitacional de la naturaleza humana. (...)