Esta Galería de Arte, proyectada y construida entre los años 1962 y 1965 en Berlín, es la obra póstuma de Mies van der Rohe, que fallece en 1968 y constituye el cierre de su ciclo creativo, que el autor concluye significativamente en su patria.

Teniendo como antecedente el Convention Hall de Chicago de la década del ´50, Mies van der Rohe trabaja aquí el tema de un gran espacio libre, sin columnas intermedias. Genera entonces una planta cuadrada de 4 x 4 módulos, cubierta por una estructura de entramado metálico que apoya sólo en 8 columnas perimetrales, a razón de 2 en la zona central de cada lado, dejando libres los 4 ángulos.

La idea de una gran plataforma cubierta por una placa de acero negra, suspendida por pilares cruciformes, libera el espacio, convocando todo el entorno.

 La extensa placa negra que cubre la plataforma vacia, posee un singular detalle muy propio de Mies, esta adelgazada en 10 centimetros desde los extremos hacia centro, para evitar la deformacion optica que tenderia a engruesar y pesar el centro, una especie de entasis griega a la inversa.

La apoyatura tecnológica implica aquí, no solo la posibilidad de su uso expresivo, sino también el requisito para alcanzar la libertad total del espacio interior. El gigantesco prisma cuadrado está enteramente rodeado por vidrio, y se apoya sobre una terraza de esculturas que constituye el basamento de la composición. Mies van der Rohe ha llegado en esta su última obra a la culminación de un ciclo creativo que, comenzando con la experimentalidad dinámica y neoplástica de sus primeras obras en Berlín, va virando progresivamente a partir de su etapa estadounidense hacia un depurado neoclasicismo, en el cual el recurso tecnológico posibilitado por los avances de la industria estadounidense funciona como el soporte de un lenguaje abstracto y minimalista. Cuesta imaginar, como señalan algunos biógrafos del autor, un avance mayor en esta dirección más allá de esta su última obra.

 

 

Comentari crític:

 

Con este edificio como culminación de su carrera arquitectónica Mies deja para el observador el cuestionarse algunos temas. Mies siempre expone que la arquitectura de época lleva implícitos en su esencia los materiales y las opciones tecnológicas que aporta su época. En este edificio plantea una mirada al clasicismo, por su zócalo romano y la aparición de una serie regular de columnas. Si este neoclasicismo lo quiere maclar con una avanzada tecnología constructiva y material, ¿por qué esta cubierta sobredimensionada . Defendiendo la esencia de la época, una epoca en la que los medios nos permiten forjados de mínimas dimensiones,  no se entiende este despilfarro de material, la obra de Mies responde más a su estética  que a lo que realmente él ha enseñado en sus manifiestos.