La idea de arquitectura según Christian Norberg-Schulz se define como la “utilización del lugar”.  Ese uso o función es el que compondrá la forma del espacio, teniendo en cuenta que el entorno condiciona la definición del proyecto, y obviándolo en este caso, la función nos permite dimensionar y crear los espacios sin limitaciones dando forma a la expresión en el espacio.

Los grandes como Le Corbusier y Ozenfant en Esprit Noveau y enlazando con las ideas de Loos hacen del Funcionalismo el triunfo del espíritu sobre la materia basándose en la utilidad, belleza y economía. De ahí se extraen las ideas de Le Corbusier de la finalidad de los objetos que crea un ingeniero reflejándose en el Maquinismo que emana de la Bauhaus encontrando el equilibrio que aporta el nuevo sentido estético. El maestro Alberti citó: “la arquitectura nace de la necesidad” debe satisfacer unos fines. Es por eso imprescindible para la optimización de recursos el conocimiento de las necesidades del ser humano y convertir esas necesidades en espacios, espacios que generan formas y originan circulaciones adaptadas a la vida cotidiana del ser. Necesidad de conectar con lo humano.  La precisión de su funcionamiento se traslada al plano de la expresión actuando como símbolo de su propio carácter, habrá entonces que convertir el significado en el uso y la utilidad en icono. Tratando de hacer interactuar sujeto y objeto, relación que se materializa por la temporalidad y las necesidades cambiantes del ser.

Del funcionalismo nace un nuevo sentido de belleza, donde la sencillez e inteligibilidad de los espacios no pueden ser categóricos pero deben ser funcionales y corresponder a los criterios marcados por la necesidad humana.  Se genera una unidad del conjunto y una disgregación de los espacios interiores pudiendo analizarse individualmente cada uno de ellos. Surge la estructura formal. Ésta se sostiene en la relación entre los elementos y los espacios, originan un “grupo” con limitada articulación ya que la función ha superador la funcionalidad. Entendiendo función como el uso asignado a cada uno de los espacios y funcionalidad entendida como estilo.  La posibilidad de combinaciones en el grupo permite versatilidad interior del conjunto formal creando las relaciones anteriormente nombradas.

Así pues hay que entender la definición de la forma como una ecuación basada en la función de los espacios  dependiendo de ciertos parámetros y variables. Tan pronto una de esas variables cambia, el resultado final será lógicamente distinto.

 

 

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