Con la modernidad y los avances tecnológicos viene la industrialización, que establece una nueva forma de pensar en el mundo de la construcción. Existen principalmente dos tipos de arquitectura industrializada descrita por Ramón Araujo. El primero es la industrialización de los elementos y, por otro, la industrialización de los espacios. La duda surge tratando de entender cuál ofrece una mejor solución a la vida moderna.
En cuanto a la industrialización de los elementos, puede decirse que están diseñados individualmente, lo que puede no asegurar la cohesión con el resto de elementos, así como una pared de producción en masa, que ya contiene todas las piezas diferentes.
Sin embargo, una producción en masa de elementos acabados conducirá a la normalización de la Arquitectura. Cuando un arquitecto diseña un edificio por módulos, como el aeropuerto de Norman Foster o rascacielos (como se cita en el texto). Esto podría ser reproducido exactamente por la producción en masa de estos módulos, por lo tanto la belleza de la arquitectura se perderá en el proceso, la singularidad del edificio junto con él. La arquitectura es como el arte, si producimos en masa pinturas, la belleza y el mensaje se perderá para siempre. La diversidad morirá.
Por lo tanto, esto no significa el rechazo total de un espacio industrializado, ya que puede aplicarse en algunos sectores.
La industrialización en sí no puede ser rechazada,ya que es parte de nuestro tiempo, y parte del proceso de evolución. No debe causar una estandarización de nuestro mundo sino ofrecer soluciones diferentes a un mundo donde las necesidades aumentan día a día, y ayudan a preservar nuestro medio ambiente.