EL CRECIMIENTO VERTIGINOSO DE LAS CIUDADES

 

En las últimas décadas hemos sido testigos de grandes cambios en la forma de nuestras ciudades. El crecimiento ha aumentado de velocidad y las ciudades han multiplicado su superficie, dejando una huella ecológica mucho mayor y afectando duramente al paisaje. Las técnicas de construcción modernas y el interés especulativo han hecho que ciudades como Valencia hayan multiplicado su superficie por tres desde los años 50.

 

Desde la revolución industrial las ciudades han recibido un gran número de nuevos habitantes. El cambio en el modelo productivo hizo que la gente dejara el medio rural, en el que el trabajo empezaba a escasear, para ir a buscar trabajo a las ciudades y a las nuevas fábricas que iban apareciendo en los núcleos urbanos. Desde entonces el fenómeno se ha acelerado hasta hacer que nuestras ciudades crecieran en unas décadas más de lo que habían crecido en toda su historia.

 

Al igual que en muchas otras facetas de la vida, la velocidad en el crecimiento de las ciudades ha llevado a grandes desequilibrios. La focalización de la población en grandes núcleos urbanos conlleva la despoblación de zonas rurales que siempre habían estado pobladas. Además, el hacinamiento en las ciudades, el uso de las zonas emblemáticas por parte de las empresas como parte de su estrategia de marketing y las nuevas posibilidades en la construcción, están revolucionando la imagen y el paisaje de nuestras ciudades. Esta nueva imagen, que cambia con tanta frecuencia, se guía por intereses particulares y no muestra la verdadera identidad del territorio.

 

Es una imagen cambiante, no hay continuidad con el pasado ni relación con las pecularidades del territorio y sus habitantes. Las nuevas tecnologías (energía, comunicación, transporte) crean ciudades nuevas donde el movimiento y la velocidad son tan comunes como nocivas para el conjunto del territorio. Es una responsabilidad nuestra actuar sobre este territorio teniendo en cuenta su identidad y la de los que pasaron por él. La velocidad que nos han traido las máquinas ha hecho que construyamos ciudades tan rápido que no acabamos de conseguir que se lleven bien con el territorio en el que están.

SHANGAI 1990-2010

¿Cuánto puede cambiar una ciudad en sólo 20 años? Está claro que mucho, pero lo que ha sucedido con Shangai es completamente asombroso. Es la ciudad más poblada de China y la décima más poblada del mundo con 20 millones de habitantes.

 

NEW YORK

Otra ciudad en la que se puede observar la extremada velocidad con la que se ha crecido es New York. En el último siglo su crecimiento ha sido vertiginoso.